La pista más dulce
¡Vamos a viajar en el tiempo! 
Hoy en día, un simple pinchazo en el dedo o un análisis de sangre nos da un número exacto, pero... ¿cómo crees que un médico en la antigua Grecia, Egipto o la India sabía que alguien tenía diabetes?.
Adivinanza: ¿Qué pista clave dejaba el cuerpo, que los médicos de la antigüedad usaban (de una forma un poco asquerosa) para confirmar la enfermedad?
Pista: tiene que ver con el nombre completo de la enfermedad.
La Respuesta: ¡El sabor!
Sí, has leído bien. Durante siglos, el método de diagnóstico más fiable era que el médico (o un "probador" especializado) probaba la orina del paciente.
Como el cuerpo no puede usar la glucosa, intenta desesperadamente eliminarla. Los riñones la filtran y la echan por la orina. Si la orina sabía dulce, era la confirmación de la enfermedad.
De hecho, de ahí viene su nombre: Diabetes Mellitus. "Diabetes" significa "sifón" (por todo lo que se orinaba) y "Mellitus" es la palabra latina para "miel" o "dulce".
Afortunadamente, hoy no necesitamos recurrir a métodos tan extremos. La ciencia nos permite ser mucho más precisos.
Un médico actualmente puede confirmar la diabetes con un simple análisis de sangre para medir la concentración de glucosa. Los criterios principales de diagnóstico son:
- Tener los síntomas clásicos (como las 3 P) + una medición de glucosa en cualquier momento del día que sea superior a 200 mg/dL.
- Tener una medición de glucosa en ayunas (más de 8 horas sin comer) que sea superior a 128 mg/dL.
Hemos visto qué es la diabetes y cómo funciona el cuerpo. 